Magnetic Island

Otro possum en mi plato

Possum con mis espaguetis

Arthur Bay

Me encantan los lagartos australianos

Radical Bay

Radical Bay
El momento esperado...
Antes de viajar a Australia rondaba en mi mente la idea de ir a Magnetic Island. Una isla chiquitita lleno de possums, koalas, canguros....y muchisimas playas. El ferry para ir a la isla solo me costo 25 dolares australianos ida y vuelta. Ya en la isla, me aloje en un camping que quedaba bastante apartado de todo el jaleo de tiernos mozos y mozas que solo piensan en revolverse en el lodo del pecado original.

El recorrido de la isla no supera los 20km pero se hace bastante duro. Cada vez que se quiere pasar de norte a sur hay que subir un puerto con una rampas muy exigentes (14%) y con un sol que derrite las cubiertas, y logicamente, lo mismo para regresar.

Mi estancia fue corta (3 dias) pero suficiente para descubrir sus playas paradisiacas que cada vez que querias llegar a una cala te tenias que abrir paso entre la maleza. Como de pelicula. Pero cuando llegas a la cala y te das cuenta de que estas tu solo y te metes en el agua a 27 graditos... Otro de los momentos mas excitantes fue a la hora de abrazar un koala. Ese momento que recreaba con Greisk cada vez que saliamos de chufla. Eh Greisk? Lo consegui tio!!! Es un momentazo cuando abrazas al koala que parece un peluche con sus movimientos tan lentos y esa cara tan tierna que te lo comerias.....Pero como jode las zarpas que tiene!!!!!!! Encima cuando te lo quieres quitar del pecho se te abraza al brazo. Son como pinzas. Luego cuando les dejas en el arbol, segun lo dejas se duerme al instante. Hasta para hacer cacotas, abren los ojos para hacer fuerza y se vuelven a dormir. Duermen 20h diarias y las restantes son para jugar y comer.

Las noches en Magnetic Island eran muy anecdoticas. Hubo una noche que escuche ruidos de bolsas de plastico alrededor de la tienda y ese ruido se iba acercando mas hasta que ya escuche que alguien estaba registrando las alforjas. Asustado, abri un poco la cremallera de la tienda y donde veo un cangurin revisando las alforjas en busca de comida, y le suelto: Tu cabron, que andas!!! Y el cangurin dando pequenos saltitos se acerco hasta mi con la intencion de entrar en la tienda pero cuando ya hice el gesto de salir, huyo como una bala.

Otra noche me junte con unos espanoles, que por cierto, muy amablemente me han invitado a pasar la nochevieja con ellos en Sydney, que nos invadieron los possum. Se fueron acercando sigilosamente hasta que les empece a dar espagetis de comer. El final era de esperar. El possum cogio mi tenedor y lo empezo a chupar como una persona. Otro possum se metio dentro de mi plato lamiendo la yema del huevo, y el otro possum seguia con la dieta del espagueti.